martes, 31 de julio de 2012

Radio a colores

Si la imaginación de un niño es infinita, seguro se lleva bien con la imaginación radiofónica: todo cabe en la radio, basta con decirlo -con sonidos- para crear cualquier escenario y poblarlo de personajes, jugar con cualquier historia, asombrarse con cualquier descubrimiento, atreverse a cualquier invención. Y los niños son tal vez el público más difícil para una producción de radio, pueden rozar la crueldad con su franqueza: si no me gusta, me voy nomás. ¿Cómo atrapar la atención de un niño?, ¿cómo mantenerlo asombrado, jugando, sonriendo durante varios minutos?, ¿cómo hacer una radio a la altura de los niños?

En México sí hay quienes se atreven a intentarlo. Algunos, heroicamente, desde hace varios años, aquí y allá. Entrando a empujones a las radiodifusoras culturales, estatales, universitarias, públicas, manteniendo precariamente una rendijita de 30 minutos a la semana para asomarse al maravilloso universo de los niños (y las niñas). O moviéndose con sus propios recursos hasta las comunidades donde los niños se encuentran, para trabajar ahí con ellos y luego llevar sus voces a discos que pronto se desvanecen en circuitos inverosímiles. También los hay, y es lo más importante, quienes pisan fuerte en sus primeros pasos en la vida adulta queriendo comunicarse con los niños por medio de la radio, acompañarlos en sus necesidades de expresión radiofónica, aprender con ellos a contar historias y crear ambientes sólo con sonidos, que eso es hacer radio.

Esto es lo que sucede este fin de semana en Puebla: decenas de productores y aprendices de la radio para los niños (y los adolescentes) se reunen para hablar de qué es y cómo usar la radio, si queremos una sociedad armónica con espacio para todos. Un encuentro regional que ya es anual y que ahora es, otra vez, un estimulante ejercicio de juventud por contagio: productores jovencísimos tomando el relevo, compartiendo la discusión con veteranos hacedores de la radio para los niños. Y un premio a una colega menor de 30 años: el Segundo Premio ¡Para la Oreja! a la Creatividad Radiofónica para Niños y Adolescentes, para Jacqueline Bedolla Sámano. Bienvenida, bienvenidos todos al alegre desafío de seguir construyendo una radio a colores para los niños.

(Texto leído en la inauguración del tercer encuentro regional anual de productores de radio para niños, Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, Puebla, viernes 27 de julio de 2012).

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