martes, 8 de septiembre de 2009

El periodismo y la construcción del miedo

¿Por qué la percepción generalizada de que las cosas son al revés, en el sentido opuesto a los hechos?, pregunta en su columna de hoy en Milenio Héctor Aguilar Camín, también director de Nexos que en su número de septiembre publica un reporte, sí, indiscutible acerca de la disminución relativa de homicidios en México.

Quizá se deba, cita al autor del reporte "Homicidios", Fernando Escalante Gonzalbo, “no al número de homicidios sino a que sean más notorios, concentrados en algunas ciudades (de rápido y desordenado crecimiento) o más espectaculares: cuerpos mutilados, decapitados, con mensajes escritos, es decir, dirigidos a los medios de comunicación, en un despliegue pensado para aterrorizar” (yo subrayo).

Los medios, concluye Aguilar Camín, hemos hecho nuestra parte del trabajo y creado una terrorífica campaña informativa en la que cada noticia macabra es cierta pero el mensaje global resulta absolutamente contrario a la verdad.

Entonces, disiento de Ciro Gómez Leyva, que hoy mismo y en el mismo diario relata una discusión reciente con el presidente Felipe Calderón. El periodista ha escrito que ésta ha sido una generación "genéticamente incapaz" de cualquier cambio trascendente. "Yo creo que de esta generación tú no te puedes excluir", le recuerda el presidente."-Ustedes tienen el poder público". "-Ustedes tienen el poder de los medios". Y Ciro, cobarde e hipócrita, se hace a un lado: "Claro que hay insuficiencias de este lado (...) Pero no es un poder simétrico". Ganas de hacerse pendejo.

(Escribe Leo Zuckermann en Excélsior del 3 de noviembre: "La pregunta de Calderón, sin embargo, me parece legítima: ¿acaso los medios no somos parte de esta generación que ha fracasado en cambiar al país? ¿Dónde estamos en toda esta historia de frustración? ¿Qué hemos hecho nosotros en el retraso de los cambios? ¿En qué hemos fallado? Las respuestas merecen un análisis serio. Por lo pronto reitero que los medios somos culpables en andar privilegiando el escándalo sobre la sustancia").

Agrego el miércoles: Aguilar Camín sigue comentando los dos textos principales de Nexos de septiembre, y de plano escribe que "los medios nos entregan una visión suplantada de la parte por el todo". El hecho, dice, es que los homicidios en México, incluidos los del narcotráfico, no han hecho sino descender; los homicidios del narcotráfico, vistos aisladamente, no han hecho sino crecer.

Y el martes que también se publica la noticia de la renuncia de Eduardo Medina Mora a la Procuraduría General de la República, recuerdo aquel discurso en la inauguración de un seminario precisamente para discutir el manejo de la información relacionada con los narcotraficantes y otros grandes criminales: "Es importante crear conciencia de que la acción mediática del crimen organizado aumenta la fuerza de un enemigo que también es enemigo de los profesionales de los medios". "Las organizaciones criminales han entendido que la publicidad de acciones cruentas contribuye a amedrentar a otras bandas, a la población y, por tanto (...) a inhibir también la acción de la autoridad". "Cuando la violencia se muestra repetidamente fuera del contexto de su combate, la criminalidad se trivializa, aparece como omnipotente e invencible y provoca desánimo o parálisis entre la población".

Tomo cualquier periódico y en su primera plana muestra como noticia principal alguna "ejecución" por un "comando" (¿por qué ejecución y no asesinato, por qué comando y no grupo?) En las páginas interiores (¿por qué no volver a confinarlo a la "nota roja"?) son mucho más numerosas, y tal vez más trascendentes, las noticias de capturas o muertes de jefes del narcotráfico. ¿Por qué?

Por cierto, en el mismo número de Nexos lean la columna de Luis González de Alba que ahora describe un modelo matemático desarrollado por investigadores de la Universidad de Cornell sobre "Vida y muerte de las noticias". Interesante. Como para una nueva entrada...

No hay comentarios.: